(Crítica publicada en CantabriaConfidencial en marzo de 2007)
Dirección: Ray Loriga
Año: 2007
País: España, Francia, Reino Unido
Género: Drama
Reparto: Paz Vega, Leonor Watling, Geraldine Chaplin, José Luis Gómez, Eusebio Poncela, Álvaro de Luna, Paula Errando, Ángel de Andrés, Amparo Valle…
Guión: Ray Loriga
Producción: Andrés Vicente Gómez
Dirección de fotografía: José Luis Alcaine.
Montaje: Pablo Blanco.
Música: Ángel Illarramendi
Director de arte: Rafael Palmero.
Vestuario: Eiko Ishioka.
Duración: 101′
Devoción por Teresa.
Una Teresa imposible de creer en el siglo XVI.
Ray Loriga, el director, hace una pregunta a sus actores que ningún periodista había hecho: “Cómo habéis conseguido que una historia del siglo XVI no pareciese representada sino vivida?”. Y ese es el fallo principal de la película. No es creíble. Y no se puede echar la culpa a unos decorados convincentes, a una buena fotografía, ni a un excepcional vestuario. Hay algo que falla entre el guión (los diálogos) y la actuación de los actores que la vuelve falsa, forzada y poco creíble.
La película en su promoción busca, o se deja querer, de polémicas episcopales que le den un tirón en taquilla. Pero ni siquiera de una visión realmente polémica de la santa se puede nutrir la película. Sino que resulta una continua reafirmación de la vida de Teresa, que echa en falta la crítica o una visión contrapuesta defendible.
Otro punto mejorable de la película es el retrato de los estamentos eclesiásticos: principales, obispos, monjas y demás. Donde una mayor inmersión en las intrigas, enfrentamientos, miedos y alianzas entre éstos podría haber dado otra dimensión a una película demasiado centrada en la vehemente Teresa, poco convincentemente interpretada por Paz Vega.
Lo mejor, sin duda, es un rico vestuario, tanto en número como en calidad y originalidad. Curiosamente este apartado se dejó en manos de la única no española de la película, además de Geraldine Chaplin, la japonesa Eiko Ishioka, conocida por el Drácula de Coppola.
Una vez más el cine español demuestra sus problemas endémicos con el cine de época. Aunque el director plantea una cuestión interesante: Si el cine español pudiera rodar en las catedrales, iglesias, conventos y demás edificios religiosos, tendría una riqueza de decorados imposible de reconstruir en Hollywood. La realidad es que las tiranteces entre iglesia y cine hacen imposible(sin previa censura) que películas como ésta rueden en España, obligándola a rodar en un convento en Portugal. Parece que el patrimonio histórico no está disponible para todos…