(Crítica publicada en CantabriaConfidencial en mayo de 2007)
Dirección:Gus Van Sant
País: Estados Unidos
Reparto: Michael Pitt, Lukas Haas, Asia Argento, Scott Patrick Green, Nocole Vicius, Rick Jay, Ryan Orion.
Guión: Gus Van Sant
Director de Fotografía: Harris Savides
Música: Rodrigo Lopresti
Montaje: Gus Van Sant
Productor: Jay Hernandez y Dany Wolf.
Vestuario: Michele Matland
Año: 2005
Duración: 97′
Inglés, Color, 35mm, 1.85:1, Dolby Digital
Lenta agonía.
Gus Van Sant muestra los últimos días de la vida de un personaje expresamente inspirado en Kurt Cobain. Y lo hace de forma desordenada, intercalando diferentes tiempos aunque estén muy próximos tratando de reflejar el desorden mental del protagonista. Donde se muestra a un músico aislado, en soledad en una casa por la que pasa bastante gente. Su agonía, lenta, dolorosa y manifiesta no parece ser suficiente para recibir la ayuda de nadie, ni siquiera un poco de compasión o entendimiento. Es un personaje triste, al que ya sólo le queda su relación con la música, semiabandonada y melancólica. Proclama su dolor mediante las letras de sus canciones pero para lo único que le quieren es para una nueva gira.
Gus Van Sant cambia los nombres de los personajes, el personaje basado en Kurt Cobain será Blake y el resto de personajes se llamaran como los actores que los interpretan. Así esboza lo que se imagina que fue el final de la vida del líder de “Nirvana” con libertad, mostrando el deambular de un hombre encerrado en su casa y distante de todo y de todos, incluso de la realidad. Totalmente ido y masacrado por las drogas y su propio éxito se deja morir, en un intento del director, de reflejar la decadencia y la fragilidad humanas.
La película, lenta y tranquila, se deja arrastrar por el lento deambular del personaje, manteniendo planos, a veces, muy largos, que sin embargo no cansan consiguiendo dar una dimensión interesante de la situación y el entorno, ahondando en la soledad del cantante.
Cabe destacar la elección de la música. Donde hubiera sido fácil plagar el film con canciones de “Nirvana” Gus Van Sant opta por la austeridad, dando pequeñas pinceladas de música bien seleccionada en los momentos donde sus personajes tocan, optando por una música semidiegética.
En conjunto quizá sea una idea demasiado sencilla para realizar un largometraje o quizá sea el elegido el tempo adecuado para mostrar los últimos pasos de un moribundo. En cualquier caso es un intento interesante de reflejar todo esto, mucho más allá de la vida del músico.