(Crítica publicada en CantabriaConfidencial en enero de 2007)
Dirección: Michael Gondry
País: Francia (UE)
Año: 2006
Género: ¿?
Reparto: Gael García Bernal(Stephane), Charlotte Gainsbourh(Stephanie), Alain Chabat, Miou Miou, Aurelia Petit y Sacha Bourdo.
Guión: Michael Gondry.
Producción: Georges Bermann y Frèdèric Junqua
Dirección de fotografía: Jean-Louis Bompoint
Montaje: Juliette Welfling
Dirección de arte: Pierre Pell y Stephane Rozenbaum.
Música: Jean-Michel Bernard
Duración: 105’
Dolby Digital-Color, 35mm 1.85:1
Sueño o realidad.
Una película sin género. Una comedia, drama, un cuento, un sueño que se torna pesadilla.
Una de esas películas que no quieres que se acaben porque te has zambullido por completo en el pequeño y fantástico mundo que ha creado para ti.
Stephane llega a Paris desde Mexico convencido por su madre, la que le ha prometido un maravilloso trabajo. Sin embargo no es lo que él esperaba y acaba encontrándose sólo y con una porquería de trabajo. Todo cambia al conocer a su vecina, con la que mantendrá una relación extraña, confusa y muchas veces onírica. Ya que el mundo de Stephane vive continuamente influido y alterado por sus sueños. Realidad y fantasía se entremezclan y su relación con el mundo exterior, incluida Stephanie, su vecina, se verá profundamente trastocada y trastornada.
Para mostrar ese mundo interior el director: Michael Gondry, y el director de arte: Pierre Pell, crean un maravilloso mundo como concepto y como imagen. Totalmente alejado del diseño por ordenador y los mundos fantásticos de apariencia real que estamos acostumbrados a ver en las salas de cine. Vemos animaciones y efectos muy cuidados, pero más propios de películas de hace mucho tiempo. Lo que demuestra que la técnica no lo es todo, sino que la imaginación, por rudimentaria que sea la forma de expresarla, siempre será más poderosa.
Todo junto sirve para que soñemos con un mundo diferente. Con el mundo de aquellos que no ven su entorno como los demás. Con el mundo de aquellos que se atreven a inventar y a no conformarse con la realidad. El mundo de aquellos que buscan la fantasía por necesidad y el ensueño como vía de escape. Aunque todo esto pueda tener consecuencias fatídicas. Porque lo que no pretende ser esta película es esperanza. Sino un viaje al subconsciente de todo aquello que nos gustaría ser y no somos.
Al fin y al cabo los personajes que se nos muestran están aislados, son inseguros, sufren y están acostumbrados a hacerlo. Gael García Bernal y Charlotte Gainsbourh (Stephane y Stephanie) parecen destinados a entenderse. Sin embargo debido a sus incapacidades poco a poco comprobamos como no consiguen hacerlo. La consecuencia es una historia fantástica de los sueños de unos personajes demasiado reales para sus sueños.