Conseguir la presidencia con el apoyo del Pp.

Justo después de las elecciones el PSOE ya tenía definido su discurso oficial. Tan bien definido, tan parecidas eran las afirmaciones de sus miembros, que resultaba sospechoso, extraño, casi grotesco en el panorama de incertidumbre que rodeaba los resultados de las elecciones. «No vamos a apoyar un gobierno de Rajoy» venían a decir cada vez que hablaban. Tanto insistieron en ello que pareciera que estaban dispuestos a apoyar a otro candidato del Pp. Se debieron dar cuenta, porque más adelante añadieron la coletilla «ni a ningún otro gobierno del Pp». ¿Por qué insistir siempre con la misma fórmula de no apoyar un gobierno de tal o cual del Pp y no decir nunca explicita o implícitamente que no pactarían con el Pp? Si hubieran variado más sus expresiones cabría pensar en un déficit de elaboración en el discurso, casualidad, manidos recursos de retórica política. Pero no. Alguien tuvo mucho cuidado en crear esa frase y hacer que nadie del partido se saliera del guión.

De lo que se desprende que la táctica del PSOE, lo que ellos quieren, no quiere decir que lo consigan, es que el Pp les apoye a ellos en un gobierno presidido por el PSOE. Han aprendido la lección de Cantabria, donde fueron ellos los que, siendo segunda fuerza, le tuvieron que dar la presidencia a Revilla (tercera fuerza) para formar gobierno.  Probablemente sea una de las pocas maniobras que les pueda dar algo de crédito frente a sus votantes cara a próximas elecciones, dentro de un contexto complejo de pactos, donde no se puede pactar sin perder de vista lo que dichos pactos puedan afectar al voto de siguientes elecciones. La estrategia del PSOE estaría clara. Sólo se justificaría pactar con el Pp si pudieran explicarse ante sus votantes esgrimiendo el argumento de haber conseguido la presidencia. Se justificaría así el gobierno de unidad que defendiera esa integridad de España que tanto les preocupa y que podría ser el leit motiv con el que convencer al Pp.

Desde su perspectiva de partido, que no tiene porque coincidir con su perspectiva ideológica, ésta sería la opción menos traumática. Probablemente cualquier otro pacto supondrá muchos más quebraderos de cabeza para su tranquilidad política. Un gran triunfo para el PSOE y una gran derrota para la izquierda. Habrá que ver si consiguen convencer el Pp o si su discurso no significa lo que parece dejar entrever.